La hepatitis es una enfermedad que afecta al hígado, el órgano encargado de limpiar la sangre. Si su funcionamiento está comprometido, podría causar la muerte. Existen varios tipos y formas de contagio de esta enfermedad: infecciosa, inmune o tóxica por virus, bacterias, lesiones o traumatismos, drogas, etc. Actualmente, la tercera parte de la población mundial está infectada por alguno de los 3 tipos de hepatitis: virales, autoinmunes y tóxicas.
Tipos de Hepatitis: Viral
Incluye los tipos A, B, C, D, E, F y G. Los últimos dos son los más recientes y por lo tanto, los menos estudiados a nivel clínico.
- Hepatitis A: Se transmite al consumir alimentos o agua contaminada por materia fecal. Los síntomas más comunes son inapetencia, vómito y la piel presenta una coloración amarilla. Es más común en niños que en adultos y no daña permanentemente el hígado.
- Hepatitis B: El contagio se produce a través de fluidos corporales infectados como saliva, sangre, lágrimas, etc. Además del contacto con materiales como agujas de tatuajes infectadas o utensilios de higiene personal. La hepatitis B se vuelve crónica con facilidad, aunque muchos pacientes se curan por completo y son inmunes al virus después.
- Hepatitis C: Al igual que la B, este tipo de hepatitis se transmite por la sangre durante hemodiálisis, transfusiones e incluso, el parto. En la mayoría de los casos, el paciente permanece asintomático, aunque existe el riesgo de desarrollar cáncer de hígado o cirrosis hepática.
- Hepatitis D: Se considera el tipo más grave y se transmite de la misma forma que la hepatitis B. Se estima que el 5% de los pacientes tipo B están coinfectados por el tipo D. Esta combinación tiene un alto riesgo de producir cáncer o cirrosis hepática en pocos años.
- Hepatitis E: Se considera la hepatitis aguda más frecuente en el mundo y además está presente en animales como jabalíes, cerdos y ciervos. Se transmite por consumo de productos contaminados con materia fecal como carne de cerdo y lácteos no pasteurizados.
Hepatitis autoinmunes y tóxicas
La hepatitis autoinmune es de origen desconocido y se presenta en su mayoría en mujeres. Se caracteriza por la presencia de anticuerpos que no reconocen las células del órgano como propias y por lo tanto, comienzan a destruirlo. Aunque este tipo de hepatitis es tratado con medicamentos, los resultados varían. Muchas veces, evoluciona a cirrosis hepática, por lo que es necesario un trasplante.
La hepatitis tóxica se da por la presencia de agentes dentro del hígado como alcohol, medicamentos y otras sustancias que alteran las enzimas del órgano, impidiendo que funcione correctamente y elimine las toxinas presentes dentro del hígado.
¿Qué hacer en caso de contagio?
Al presentar los primeros síntomas como malestares, vómitos o color amarillento en la piel; lo más importante es acudir con el médico especialista, en este caso, el gastroenterólogo. Recuerda que Hospital San Diego cuenta con especialistas que te brindarán la mejor atención y te dirán cuál es el mejor tratamiento a seguir dependiendo del tipo de hepatitis que desarrolles. Es muy importante seguir las recomendaciones: incluir una dieta baja en grasas, no consumir alcohol, además de no ingerir medicamentos que no sean los recetados o plantas medicinales, ya que pueden tóxicos para el hígado.